Ya sea un adulto o un niño, el lagrimeo involuntario es un motivo muy común de consulta en oftalmología.
Aunque las manifestaciones clínicas son similares, los métodos de tratamiento varían mucho según los síntomas que la acompañan y la edad del paciente.
Uno de los principales motivos para consultar a un cirujano oculoplástico es el lagrimeo excesivo o epífora.
Además de la incomodidad de secarse las lágrimas constantemente, también aumenta el riesgo de infección y la disminución de la calidad visual en estas situaciones.
Se debe utilizar la técnica más personalizada y menos invasivas requerida para cada caso en particular, abordando la obstrucción del conducto lagrimal adecuadamente a través de cauterización y sondeos. En los casos más avanzados, se requieren técnicas quirúrgicas como dacriocitorrinostomía.